Mostrando las entradas con la etiqueta Audra Adams. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Audra Adams. Mostrar todas las entradas

jueves, febrero 18, 2016

Encuentro amoroso


Rachel Morgan descubrió que había concebido un hijo de un hombre de que ni siquiera se acordaba. Hasta ese momento pensaba que su encuentro amoroso con un completo desconocido no había sido nada más que un sueño, pero de pronto se vio obligada a enfrentarse a un nuevo futuro con un bebé, y quizás hasta con un marido. 

Reid James, por su parte, no había olvidado a Rachel. 

Cuando se enteró de lo que su pasión compartida había originado, supo que tendría que convencer a aquella orgullosa mujer para que le permitiera ser parte de la vida de su hijo, porque si no lo hacía, no le iban a quedar nada más que recuerdos de aquella noche de amor, y para un hombre como él no era suficiente.

Una niña rica


Cuando el fotoperiodista Lucas Stratten aceptó tomar reveladoras fotos de la rica heredera Alexandra Beck, nunca imaginó que terminaría en una cabaña de Vermont con ella, aislados por una nevada.

Un autentico delincuente


Brooke Pattersen nunca había conocido a alguien como Devon Taylor. Él la sedujo llevándola del amoroso abrazo de su familia a sus brazos. 

Pero cuando el padre de Brooke quiso poner un alto a su romance, obligó a Devon a dejar el pueblo. 

Ahora, Devon había regresado y les asegurándoles a todos, especialmente a la divorciada Brooke Pattersen Wallace, que venía para quedarse. 

Porque él quería vengarse del pueblo entero.

Una novia de encargo


Janet Demarest sabía por experiencia que no todos los matrimonios eran como las que aparecían en las novelas rosa, pero aceptar un matrimonio que era como un trato comercial era demasiado. 

El trato parecía simple: Janet poseía unas acciones en la Radnor Corporation. Los Radnor necesitaban un año para comprárselas. Para mantenerlo todo en la familia, Janet tendría que casarse con Ken Radnor. Al cabo de un año, ella tendría su dinero, la familia controlaría toda la empresa y la pareja anularía el matrimonio. 

Janet no tuvo más que pensar en el estado de bancarrota en que la había dejado su primer marido y en el bienestar de su hijastro para decidirse por fin. 

Lo único que no se le había ocurrido era que iba a casarse con un extraño terriblemente atractivo