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viernes, abril 12, 2019

Acércate más

Effie y Heath eran famosos por lo que les ocurrió cuando eran adolescentes. 

El mismo hombre los secuestró y abusó de ellos, y tuvieron que apoyarse el uno al otro para consolarse hasta que, por fin, consiguieron escapar.

Ya de adultos, su relación estaba cargada de culpabilidad y desesperación. 

Estuvieran peleándose o haciendo el amor, su pasión era tan fuerte que podía destruirlos, y ella no estaba dispuesta a permitirlo. Sabía que era hora de tener una relación normal, y él le recordaba el oscuro pasado que compartían.

Heath sabía que Effie era la única mujer a la que él podría amar. 

Tal vez ella quisiera olvidar todo lo que había ocurrido, pero él estaba convencido de que, para poder seguir con su vida, debían enfrentarse juntos a aquellos dolorosos acontecimientos. 

Así que, mientras Effie continuaba conociendo a hombres nuevos, Heath se obsesionó con demostrarle que él era el hombre al que necesitaba.

Mientras ella luchaba contra el deseo de volver con el único hombre que la entendía, descubrió que, algunas veces, solo se podía tener seguridad con la persona más peligrosa para una misma.

Viaje al pasado - La distancia entre nosotros

Viaje al pasado

Un accidente de infancia convirtió a Emmaline en una persona propensa a sufrir alarmantes desvanecimientos. 

Aquellos episodios eran incómodos, pero manejables… hasta que conoció a Johnny Dellasandro. 

Aquel pintor huraño y solitario había ganado notoriedad en los años setenta por su estilo de vida desenfrenado y sus películas pornográficas de arte y ensayo. 

Su cuerpo desnudo había llegado a convertirse en un objeto de culto, especialmente para Emma, que llegó a obsesionarse con aquel hombre al que la edad había hecho más sexy. 

Pero Johnny huía de los focos, y de Emm en particular… Hasta que ella sufrió un desvanecimiento en la puerta de su casa…

La distancia entre nosotros

Tesla Martin vivía plácidamente sirviendo cafés en la cafetería Morningstar Mocha, disfrutando de las idas y venidas de sus clientes favoritos. 

Sin embargo, ninguno de ellos podía compararse con Meredith, una mujer carismática que se las arreglaba para sonsacarle la historia de su vida incluso al más tímido de los mortales.

Meredith consiguió atrapar a Tesla en su órbita sensual e irresistible y, sin reservas, Tesla compartió con ella vivencias que había olvidado hacía mucho. 

Nada de lo que le proponía Meredith le parecía imposible, ni siquiera acostarse con su marido, Charlie, mientras ella miraba.

En un abrir y cerrar de ojos, Tesla entró a formar parte de un triángulo amoroso y encontró lo que siempre había soñado, aunque nadie más pudiera entenderlo…

domingo, abril 22, 2018

Vainilla

El gusto se adquiría… lo único que necesitaba él era adquirirlo.

Elise tenía muy claro lo que le gustaba en la cama, y se aseguraba de conseguirlo. 

Su sed de dominación estaba saciada desde hacía tiempo gracias a unos cuantos hombres más que felices de inclinarse ante ella.

Sin embargo, la satisfacción sexual no era lo mismo que el amor, y ella ya se había quemado en el pasado por ofrecer su corazón con excesiva libertad.

Niall era guapo, inteligente, triunfador y dulce… dulce como la vainilla. 

Al instante de conocerse, su atracción hizo saltar chispas, a pesar de que él no compartía sus gustos sexuales. 

Aunque Elise intentó evitarlo, terminó por sucumbir y enamorarse de él, pero ¿cómo podría funcionar una relación en la que ambos amantes querían colocarse encima?

miércoles, junio 15, 2016

Viaje al pasado


Un accidente de infancia convirtió a Emmaline en una persona propensa a sufrir alarmantes desvanecimientos, aunque apenas duraban unos minutos, para ella parecían prolongarse durante una eternidad. Aquellos episodios eran incómodos, pero manejables… hasta que conoció a Johnny Dellasandro.

Aquel pintor huraño y solitario había ganado notoriedad en los años setenta por su estilo de vida desenfrenado y sus películas pornográficas de arte y ensayo. 

Su cuerpo desnudo había llegado a convertirse en un objeto de culto, especialmente para Emma, que llegó a obsesionarse con aquel hombre al que la edad había hecho más sexy. 

Pero Johnny huía de los focos, y de Emm en particular… Hasta que Emm sufrió un desvanecimiento en la puerta de su casa.

En aquel momento, fue transportada treinta años atrás y se encontró de pronto en casa de Johnny cuando este estaba en pleno esplendor. 

La noche fue un torbellino de calor y sexo que continuó impregnando su piel mucho tiempo después de que regresara al presente…

Un viaje por tus sentidos


Estoy en un tren. 

No sé en qué parada tengo que bajar, solo sé que el tren va rápido y el mundo de fuera se desdibuja. Debería bajar, pero no bajo. 

El universo me está gastando una broma cósmica. Yo tenía mi vida, una vida agradable con todo lo que una mujer puede desear, y de pronto aparece algo que ni siquiera sabía que podía llegar a tener. Una oportunidad de sentirme satisfecha y contenta.

Y, quizá incluso, en alguna ocasión, delirante y exuberantemente feliz. 

Así que aquí estoy, en un tren que escapa por completo a nuestro control. 

Si pudiera hacerme creer a mí misma que todo ha ocurrido por casualidad, que no he podido evitarlo, que me he visto arrastrada, que esto no es culpa mía, sino del destino, ¿sería más fácil? 

La verdad es que no sabía que estaba buscando esto hasta que encontré a Will, pero debo de haber estado buscándolo durante todo este tiempo. 

Y ahora no es cosa del azar, ni del destino, ni nada me arrastra. 

Soy yo la que decide. 
Y no sé cómo detenerme.
 Ni siquiera sé si quiero parar.

La distancia entre nosotros


Tesla Martin vivía plácidamente sirviendo cafés en la cafetería Morningstar Mocha, disfrutando de las idas y venidas de sus clientes favoritos. 

Sin embargo, ninguno de ellos podía compararse con Meredith, una mujer carismática que se las arreglaba para sonsacarle la historia de su vida incluso al más tímido de los mortales. 

Con su canto de sirena, Meredith consiguió atrapar a Tesla en su órbita sensual e irresistible y, sin reservas, Tesla compartió con ella vivencias que había olvidado hacía mucho. Nada de lo que le proponía Meredith le parecía imposible, ni siquiera acostarse con su marido, Charlie, mientras ella miraba. 

En un abrir y cerrar de ojos, Tesla entró a formar parte de un triángulo amoroso. Junto a Charlie, sensato y de carácter tranquilo, y Meredith, brillante y exasperante al mismo tiempo, Tesla encontró lo que siempre había soñado, aunque nadie más pudiera entenderlo. 

Eran tres contra el mundo. 

Pero los vértices del triángulo comenzaron a separarse muy pronto, hasta que solo quedaron dos, y el espacio intermedio se llenó de confusión, dolor y posibilidades.

Esto es lo que quiero


De día era Eve Grant, empleada del departamento de atención al cliente de una empresa, y trabajaba en una oficina compartimentada y gris. 

De noche se convertía en Eris Apparent, diosa del sexo de la blogosfera, donde podía expresar su verdadera personalidad con unas tórridas fantasías. 

En la realidad, Eve tenía deseos eróticos frustrados hacia su atractivo compañero de trabajo, pero en el ciberespacio, Eris Apparent era cada vez más directa y exigente en su apasionada aventura con el misterioso Tell_me. 

Serie Alex Kennedy

1. Tentada

Soy Anne, tengo todo lo que una mujer podría desear. 
Mi marido, James Kinney. 
La casa en el lago. 
Mi vida. 
Nuestra vida perfecta. 
Y de repente Alex Kennedy vino a hacernos una visita… 

La primera vez que vi al mejor amigo de mi marido, me desagradó. 

No me gustó cómo James cambiaba cuando él estaba cerca, no me gustaba cómo sus penetrantes ojos me seguían a donde quiera que fuera. Pero eso no me impidió desearlo. 

Y, sorprendentemente, a James parecía no importarle. Se suponía que debía ser divertido. Algo que los tres compartiríamos en esas ardientes semanas de verano que Alex estuviera con nosotros. Se suponía que el amor no entraba dentro del juego. 

Yo no necesitaba a otro hombre, ni siquiera uno que exudaba sexo como miel y conocía todos los secretos que yo no sabía, los secretos que mi marido no había compartido. Después de todo, teníamos una vida perfecta. 

Y amaba a mi marido. Pero no era la única.

2. Al desnudo

Sin ataduras. 
Sin reproches. 
Sin vuelta atrás. 
No creía que él pudiera desearme. 
Y no iba a liarme con él, sobre todo después de lo que había oído. 

Alex Kennedy era alto, moreno e increíblemente guapo, pero yo ya había sufrido un gran golpe. Cuando le pedí que posara para mí, no esperaba que la sesión fotográfica se volviera tan apasionada. Y cuando cruzamos esa línea, nuestros cuerpos no fueron lo único que quedó expuesto. 

Sin embargo, no podía entregarle mi corazón a un hombre tan poco… convencional. Su último encuentro sexual había sido con otro hombre… Ya era suficiente que mi ex-prometido fuera gay; yo no podía correr ese riesgo otra vez, por mucho que mi cuerpo anhelara las caricias de Alex. 

No podía arriesgarme, pero tampoco podía resistirme… Alex podía ser muy convincente cuando deseaba algo. 

Y me deseaba a mí.


Gracias a ..."Grupo de traducción MR"

En sus manos


No pienses. 
No preguntes. 
Actúa.
Aquel anónimo no iba dirigido a mí. 
No te equivoques conmigo, no tengo la costumbre de leer el correo ajeno, pero era un simple pedazo de papel con unas cuantas líneas escritas a mano. 

Era evidente que iba dirigido a otro vecino. 

Parecía una nota inocente, pero, decididamente y deliciosamente-, no lo era.Antes de meter aquella nota, y las que la siguieron, en su buzón, devoraba su contenido: sugerencias, instrucciones, emplazamientos, órdenes. Cada uno de ellos más atrevido que el anterior, más complicado y… más excitante. 

Y yo los seguía todos al pie de la letra.Antes de recibir aquellas notas, si un hombre me hubiera dicho lo que tenía que hacer, le habría enviado a paseo. 

Pero la sumisión es un arte y hay algo extrañamente liberador al cumplir las órdenes de otro… Sobre todo cuando eso te hace sentirte tan bien. 

Pero he ido descubriendo que cuanto más me someto, más poderosa me siento, así que ya va siendo hora de invertir los papeles.Ahora pongo yo las reglas del juego 

En los limites del deseo


REGLAS PARA TONTEAR EN EL LUGAR DE TRABAJO

1. No te saltes las normas de la empresa. Solo tienes una oportunidad para conseguir por fin ese despacho con vistas. Lo último que necesitas es una distracción, por excitante que sea.

2. No salgas con tu jefe. Sí, Jamison Wolfe tiene una sonrisa que podría provocar un orgasmo en cualquier mujer, pero concéntrate en lo importante: es tu estricto y controlador jefe. Tu guapísimo, sexy y controlador jefe.

3.Nada de gestos afectuosos en la oficina. Bueno, esta te la saltaste una vez. Era una tentación tener a Jamison desnudo y completamente a tu merced.

4. Prepárate para lo peor. Esto no puede llegar a ningún sitio; él lo sabe, tú lo sabes. ¿Entonces por qué parar ahora?

5. Sé discreta. Aunque se vuelva intenso. Incluso aunque os empuje a los dos al límite…

Serie Jugando con fuego

1. Dentro y fuera de la cama

Mi nombre es Elle Kavanagh, y lo conocí en una confitería. 

Él se volvió y me sonrió, y yo me sorprendí tanto que le devolví la sonrisa. No era una tienda para niños, sino la clase de establecimiento donde una va a comprar trufas caras de importación para la mujer del jefe porque se siente culpable después de haberse dado un revolcón con él durante una conferencia en Milwaukee... hipotéticamente hablando, claro. 

Han flirteado conmigo un montón de veces, sobre todo tipos carentes de sutileza que creían que lo que tenían entre las piernas compensaba lo que les faltaba entre las orejas. A pesar de todo, a veces me iba a casa con alguno de ellos, porque me gustaba desear y ser deseada, aunque en gran parte fuera una mentira. 

El problema con el deseo radica en que es como verter agua en un vaso lleno de piedras. Se llena enseguida, y no queda espacio para nada más. 

No voy a disculparme por ser quien soy, ni por lo que he hecho. Tengo mi trabajo, mi casa y mi vida, y durante mucho tiempo no he necesitado nada más... 

Hasta que conocí a Daniel “Dan” Stewart. Hasta ahora.

1.5 Motivo suficiente (Epílogo de Dentro y Fuera de la Cama)

Elle y Dan todavía no han logrado su objetivo de tener relaciones sexuales en todas las habitaciones de su nueva casa, ¡pero casi! 

El matrimonio no ha reducido su hambre uno del otro en lo más mínimo, y su relación es tan caliente y apasionada como siempre. 

Pero cuando Dan trae a colación el tema de tener un bebé juntos, Elle se encuentra en conflicto consigo misma. 

Entre sus antecedentes familiares disfuncionales y su temor de cómo un bebé puede cambiar su vida en común, Elle no está segura de que esté lista para dar el gran paso. Dan no sacará el tema otra vez, pero el problema se arraiga en la mente de Elle. 

Y como entre ellos es frecuente que arda el amor con un deseo insaciable, el corazón de Elle está lleno hasta el borde con el amor y el deseo de dar a Dan todo lo que él anhela.

2. La amante imaginaria

Este mes, me llamo Mary.

Cada mes tengo un nombre distinto... Brandy, Honey, Amy... a veces, Joe ni siquiera se molesta en preguntar, pero siempre consigue excitarme con su cuerpo, con su boca y sus caricias. No importa cómo me llamo ni dónde me ha conocido, el sexo siempre es increíble y no dejo de desearlo durante las largas semanas que pasan hasta que vuelvo a verlo.

Mi nombre real es Sadie, y una vez al mes, a la hora de la comida, Joe me lo cuenta todo sobre su último ligue; sin embargo, él no sabe que en mi mente yo soy la protagonista de todas las aventuras de una noche que va revelándome, y que estoy prácticamente obsesionada con nuestra imaginaria vida sexual. 

Sé que está mal y que mi marido no lo entendería, pero no puedo renunciar a nuestros encuentros aún... no, aún no.

3. Tentada

Soy Anne, tengo todo lo que una mujer podría desear. 

Mi marido, James Kinney. 
La casa en el lago. 
Mi vida. 
Nuestra vida perfecta. 
Y de repente Alex Kennedy vino a hacernos una visita…

La primera vez que vi al mejor amigo de mi marido, me desagradó. No me gustó cómo James cambiaba cuando él estaba cerca, no me gustaba cómo sus penetrantes ojos me seguían a donde quiera que fuera. Pero eso no me impidió desearlo. 

Y, sorprendentemente, a James parecía no importarle. Se suponía que debía ser divertido. Algo que los tres compartiríamos en esas ardientes semanas de verano que Alex estuviera con nosotros.

Se suponía que el amor no entraba dentro del juego. Yo no necesitaba a otro hombre, ni siquiera uno que exudaba sexo como miel y conocía todos los secretos que yo no sabía, los secretos que mi marido no había compartido. Después de todo, teníamos una vida perfecta. 

Y amaba a mi marido. Pero no era la única.

4. Extraños en la cama

Pago para tener sexo… tengo mis razones.

Soy Grace Frawley, y viéndome al frente de una empresa de pompas fúnebres, nadie podría sospechar que me gasto el dinero en gigolós y sexo sin compromisos. 

Pero así es. Las personas que me visitan a diario en la funeraria me recuerdan que toda relación de pareja está condenada a acabarse, y la mejor manera de protegerme contra ese dolor es pagar para saciar mis apetitos sexuales sin que mis sentimientos corran peligro. 

Por desgracia, con Sam Stewart cometí un error que puede costarme muy caro. Lo confundí con el gigoló al que había pagado para que me sedujera en un bar y me llevara a la cama, y ahora no sé si quiero volver a mis aventuras de pago. 

Lo único que espero es que Sam no descubra esa parte inconfesable de mi vida…