1. Una noche para su placer
Bretaña, 1066
Elise salvó a su familia de la ruina al casarse con Simón, conde de Rennes. Sin embargo, esto no es una mera unión de conveniencia, Elise ya ha caído enamorada de su nuevo esposo.
Intentando agradarle, Elise se propone ser la mujer valiente y seductora que piensa que Simon desea, a pesar de que es una virgen inexperta e inocente.
En el día de la boda, Simon está dispuesto a excitar con habilidad a su nueva esposa e iniciarla en los placeres de la alcoba, a pesar de sus temores de que una mujer tan femenina y delicada nunca podría amar a un noble tan duro como él.
Una vez que llega la noche de bodas, Simon y Elise descubrirán el éxtasis más allá de sus más salvajes fantasías...
2. En brazos de un conquistador
El fuerte, valiente y honesto Giles Fitzhenry era un guerrero que no había conseguido nunca
deshacerse de la vergüenza de ser un hijo bastardo.
Para salvar a su gente y a sus tierras, lady Fayth debía casarse con aquel poderoso caballero bretón en contra de su voluntad.
Ella deseaba más que nada deshacerse de ese esposo, pero no podía negar el deseo que crecía en su interior cada vez que Giles Fitzhenry la observaba con su penetrante mirada.
3. El mercenario
Brice Fitzwilliam por fin ha pagado su deuda: honrado con el título y las tierras de Thaxted, el guerrero aguarda para reclamar a la novia virgen prometida.
Pero Gillian de Thaxted no consentirá ser el premio de ningún hombre. No se someterá al poderoso físico del caballero conquistador, ni a los penetrantes ojos oscuros o al audaz modo en que sus brazos la envuelven de forma protectora por la noche…
Brice tenía pensado complacer a su nueva esposa impelido por el deber… pero noche tras noche era un placer para él.
Ahora corre el peligro de revelar una grieta en su armadura si sucumbe totalmente a su nueva esposa…
4. La hija del enemigo
Lo que era sólo venganza se convirtió en seducción.
Soren Fitzroberts era un hombre antes irresistible para las mujeres, pero una herida brutal cambió para siempre su vida. Entonces decidió vengarse reclamando a la hija de su enemigo.
La inocente Sybilla, que había quedado temporalmente ciega durante la invasión, se echó a temblar delante del guerrero marcado también por la batalla, pero no era únicamente de miedo.
Se vería obligada a contraer matrimonio y a afrontar la lenta seducción que sería su venganza.
Pero las cosas se empezaron a complicar cuando Soren también se empezó a sentir atraído por la mujer a la que sólo quería utilizar…