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jueves, agosto 11, 2016

Serie Segunda oportunidad

1. Como caido del cielo

Juan Duarte es tan millonario como padre soltero. 

Las habitaciones de su finca guardan un silencio que sólo su hijo rompe con sus pequeños pasitos. 

Mientras tanto a Mar, periodista empedernida, le asignan una entrevista con el Señor Duarte para hablar sobre su éxito en la vida. 

Al acabar la entrevista Mar encontró sentimientos encontrados en su corazón; admiración y dolor. Duarte había perdido a su pareja, hacía años, en un accidente de coche. 

No dio más detalles. 

Como buena periodista, ya en su casa, una búsqueda documental en internet le confirmó la historia. 

Un puente roto, un coche hundido en el agua, y un hombre que sólo podía sacar a una persona a la superficie a tiempo; su hijo o su mujer. 

A la mañana siguiente, pero, Mar recibió una carta y un ramo de flores. 

No había terminado de leer el mensaje en el sobre rosa, pero las lágrimas de emoción ya resbalaban por sus mejillas. 

Quizás al final si pudiese tener a su príncipe azul.

2. Demoledor

Francisco es el campeón de Karate. 

Yo solía ser su mejor amiga. 

Y entonces comenzó a portarse como un capullo. 

Un buen hombre, cariñoso, altruista, y amable, que desde la pérdida de su esposa comenzó a comportarse como un cretino. 

En lugar de dedicarse a la bebida, él se centró en ascender en su carrera, noqueando enemigos hasta llegar a la cima. Las mujeres entraban y salían de su cama sin pena ni gloria. 

Pero yo sabía que ese no era él. 

Su hija pequeña seguía atándole a su humanidad, comportándose con ella como el hombre que yo solía conocer. 

Un rayo de luz. 

Me mantuve alejada, incapaz de soportar esa fachada de hombre incapaz de amar a nadie salvo a su pequeña. Pero un día, el hombre ahogado en un mar de mujeres me llamó. 

Aparentemente, se había lesionado y era incapaz de cuidar a su hija sola. No tenía amigas en las que confiar para algo así. Así que, pensando en el bienestar de la pequeña, me planté en su casa. 

Los términos estaban claros, pero aún así mi cuerpo estaba suplicando que él cruzase la línea. 

Supongo que cuidarle a él también le hizo darse cuenta de que hay vida más allá de su coraza, y que la madre para su hija había estado delante de sus narices todo este tiempo. 

Aunque no me queda muy claro si, después de pasar por su cama, va a ser él el que me tenga que cuidar a mí. 

Advertencia: Una novela romántica que revoluciona algo más que los corazones, cargada de química, pasión desatada y sentimientos reprimidos. 

No apta para menores de 18 años debido al material explícito.