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jueves, mayo 14, 2020

Cuando vuelvas a mí

Cuando el duque de Allthon descubre a esa preciosa muchacha en una de las salas de su casa de Edimburgo, se le hace la boca agua. 

Se pregunta quién será, qué hace allí y, sobre todo, a quién pertenece. 

No tarda ni un segundo en coquetear con ella y quedar hechizado por el candor que desprende. 

Pero, cuando a los pocos minutos aparece su sobrino y la presenta como su esposa, el duque cambia por completo.

William tendría que haberse casado con la cuñada del duque, como estaba acordado, no con una extranjera, que habla un inglés deplorable y que, para colmo, no es aristócrata. 

En qué demonios estaba pensando William trayendo a… a… ese bocadito precioso, a... esa niña bellísima.

Pese a su desacuerdo, aceptó. 

No ordenó anular aquel matrimonio pues, aunque él no lo supiera, Rosalía ya se le había metido en la piel. 

Ya estaba horadando el camino hacia su corazón.

Cuando ella se da cuenta de que la relación con su reciente marido no es como esperaba, conoce al duque, y es entonces cuando descubre la realidad de la pasión, el poder de lo prohibido y las encrucijadas de la vida.

Carita de Ángel


La chica se quedó clavada en el sitio al ver a ese hombre montado a caballo, y supo antes de oír la voz grave y profunda, que era un yanqui. 

Ralph Hathaway buscaba a un muchacho llamado Taylor Lewis, pero no se le pasó por la cabeza en momento alguno, que ese nombre perteneciera a una chica. 

Una criatura preciosa, con cara de ángel, que utilizaba un lenguaje soez y grosero; el mismo vocabulario que él solía emplear, más de lo correcto.

Había llegado a Las Carolinas con intención de encontrar a los integrantes de la familia Lewis. 

Después de la guerra solo quedó esta muchacha, que viviendo en compañía de una anciana cascarrabias y para mantener al sexo masculino a raya, había optado por vestirse con las ropas de su padre fallecido, cargar un revólver a la cadera y emplear el vocabulario más vulgar y ordinario.

Hathaway intentó no dejarse llevar por esa belleza en todo su esplendor; su misión, pues así se lo prometió al tío de la chica, era llevarla a Boston, dejarla en sus manos y que él se apañara con esa fierecilla a medio domar.

Pero antes de subirla al barco que los llevaría a destino…

Y al llegar a la ciudad…

Todo se complicó.

El camino del pecado

Era dantesco.

La guerra apunto de terminar y todo lo oscuro, lo inimaginable, iba saliendo a la luz.

Se encontraba en el campo de exterminio de Bergen-Belsen, siendo liberado por el Ejército Británico, al que él pertenecía, y solo podía sentir un asco nauseabundo ante lo que contemplaban sus ojos.

De repente, su mirada se deslizó hasta un esqueleto andante, porque eso es lo que era; en un principio no supo si se trataba de una anciana o una mujer joven. 

Antes de que el soldado la dejara caer, él estaba ahí para impedirlo.

La cogió en brazos, sintiendo el fétido olor, el saco de huesos que apenas pesaría treinta y cinco o cuarenta kilos; se fijó en el cráneo afeitado, lleno de cortes recientes, de cicatrices antiguas. 

El cabello saliente por algunas zonas, no era blanco, como le pareció de lejos, era platino. 

El rostro lleno de costras, de suciedad, de hematomas, los ojos cerrados, hinchados, los labios partidos, como si un boxeador le hubiera dado una buena tunda.

Si tenía algo contagioso…, iba listo. 

Aun así, la llevó hasta los Sanitarios, la dejó en buenas manos.

La dejó con su hermano.

Por mucha imaginación que tuviese, jamás se le pasaría por la cabeza, lo que el destino le tenía preparado.

Jamás.

viernes, mayo 03, 2019

El águila negra

Año 1850, Irlanda.

Ivette estaba en una tierra extranjera, era muy joven, sin madurar y, para colmo, ante esos irlandeses era Iván, el primo pequeño de Hans.

No sabía cuánto tiempo podría aguantar esa farsa o cuánto tardarían los habitantes del castillo en darse cuenta de que ella era una muchacha de quince años. 

Pero, sobre todo, no podía aguantar que ese hombre tan atractivo, el dueño del castillo El Águila Negra, la tratara de malas maneras; porque para John Connolly, ella era él. 

Un muchacho demasiado guapo, demasiado enclenque y demasiado sucio, y tendrían que hacerle un hombre de provecho, pues siendo así, con ese aspecto afeminado, no llegaría muy lejos.

Pero lo que no sabía la hermosa niña era que cuando ese hombre descubriera la verdad, se oirían sus rugidos en el profundo infierno y su porvenir quedaría en sus manos, disponiendo su futuro como él considerase oportuno. 

Y lo que tampoco sabía, pues algo así ni se le pasó por la cabeza en momento alguno, es que cuando John Connolly descubriese la verdad… algo que había perdido tiempo atrás, pero que no estaba olvidado, se revolvería dentro de sus entrañas con más fuerza, con más violencia que nunca, provocando sentimientos muy superiores a lo vivido, a lo ya gozado.

Pero para que eso ocurriera, la preciosa Ivette tendría que madurar, crecer y esperar para que ese hombre la viera con otros ojos, para que ese hombre sintiera la llama del deseo devorando su interior y, también, la mordida de los celos.

Y para que la pequeña Ivette… descubra el secreto que oculta John Connolly.

domingo, diciembre 02, 2018

Serie Eres mía

1. Ausencia

Me llamo Alejandra Pacheco Cortés. Desciendo de mexicanos, que, a su vez, descienden de españoles, pero he nacido en California, y soy… perfecta. 

No lo digo yo, lo ve cualquiera, sobran las palabras. Pero si mi cuerpo y mi rostro son perfectos, mi cerebro es superior.

He conseguido muchas cosas, la mayoría con sacrificio y trabajo… otras… con planificación y sangre fría; pero ahora, toca el siguiente paso. Ya estoy preparada, y lo estoy porque lo he encontrado. 

Es él, a quien deseo por esposo, el hombre con el que formaré una familia, y será mío sin lugar a dudas, eliminando cualquier obstáculo, cualquier impedimento que surja.

Espero no equivocarme. Hasta ahora, no me ha pasado.

Yo soy la que planifico mi futuro, igual que planifiqué el pasado.

Yo soy la que decido.

El libre albedrío me pertenece.

Y la ausencia de sentimientos me hace más fuerte.

¿No te lo crees?

Pregúntaselo a mi familia.

2. Eres mía

Soy feliz.

Somos felices.

He conseguido lo que quería gracias a mi astucia, inteligencia y sobre todo… valentía.
¿Valentía o locura?

Qué más da. Tengo todo lo que quiero, lo que he deseado desde hace muchos años y eso es lo que importa.

No necesitamos nada ni de nadie.
Y por fin, nos vamos, nos tomamos unas merecidas vacaciones…, un anticipo de luna de miel… La Riviera Maya nos espera.

Y de golpe, cuando nos disponemos para volver a Nueva York, todo se tuerce. Todo se va por el desagüe.

Mi vida da un giro radical, un giro que yo no he dispuesto, que no he planeado. Pero no ha sido obra del destino. No.

Alguien ha hecho lo mismo que hice yo. Conseguir lo que desea a cualquier precio… De cualquier forma.

Y ese alguien pondrá mi vida patas arriba.

Ese alguien… hará…, conseguirá… 

Bueno, no voy a contarte más.

Descúbrelo tú.

sábado, julio 07, 2018

Oscuro y perverso

Jennifer jamás imaginó como podía cambiar su vida con una simple carta. 

Su hermana había fallecido junto a su marido, dejando a un bebé de meses a su cuidado. 

No estaba dispuesta a que la familia de su adinerado cuñado se lo arrebatara, por lo que optó por suplantar la identidad de su hermana, sin sospechar como una mentira cambiaría su vida. 

Cuando Brandon Cooper recibió la carta de Jennifer decidió que se haría responsable de ella y su sobrino. 

Lo que el hombre no había previsto era quedarse prendado de la exuberante pelirroja. 

Poco o nada importaba que fuera la viuda de su hermano, la deseó desde el primer momento que posó sus ojos sobre ella, y desde ese momento, decidió que sería suya, de la manera que fuese y a cualquier precio. 

Y lo que él quería, lo conseguía.

Como hilos de cristal

James Hazzard estaba acostumbrado a tener lo mejor. 

En todo. 

Pero cuando una noche se encuentra de sopetón en los lavabos del bar de un pueblo perdido de Montana con una belleza rubia que quita el sentido, casi se queda sin palabras. 

Casi. 

Esa mujer que está viviendo en una cabaña de su propiedad aunque ella no lo sabe, es una de las mujeres más bellas que ha visto; exquisita, elegante, y a la vez, fría y distante como un glaciar.

Nada más verla la desea, la quiere para él, y está dispuesto a hacer lo que sea con tal de llevarla a su cama. 

Pero Isabella Lewis tiene miedo a los hombres, un miedo visceral, y si para salvar ese escollo tiene que hacerse el tonto, lo hará. 

Y cuando por un malentendido la oportunidad perfecta se presenta frente a él, está dispuesto a poner en marcha el juego. 

Cualquier cosa, por hacerse con ella. 

Lo que sea.

Pero, ¿Cuánto puede durar una mentira? 

¿Cuándo estallará la tormenta?

viernes, febrero 02, 2018

Nenita

Corre la década de los cincuenta, y para una muchacha como Bárbara no va a ser fácil salir adelante. 

Solo tiene quince años, es inocente, buena y con una belleza deslumbrante, y lo único que desea es trabajar y ganarse su sustento para poder abandonar la casa de su tía y evitar que su tío la seduzca o, mucho peor, la viole.

Manuel Oliveira es un viudo de casi cuarenta años, comprometido con una bella mujer y dueño de esa casa donde Bárbara va a pernoctar, gracias a su amiga Natalia. 

Y cuando la conoce, a pesar de quedar prendado por la belleza de esa preciosa cría, ni se le pasa por la mente que él vaya a perder la cabeza por una muchacha que es más joven que su propia hija.

Ese mundo que él controla con mano férrea dará un giro total, haciendo que se comporte como nunca lo había hecho, sin importarle el daño que pueda causar y sin calibrar las consecuencias que tendrá en un futuro.